sábado, 23 de abril de 2011

‘He vuelto a la novela policial’

‘He vuelto a la novela policial’

El escritor boliviano Edmundo Paz Soldán vino a Lima para presentar su novela Norte y la reedición de su libro de cuentos Amores Imperfectos.

Por Jaime Cabrera Junco ( Blog Lee por gusto )

Podríamos decir que Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967) es un escritor 2.0. Tiene una cuenta de Twitter y tiene un blog, donde postea sus impresiones sobre lo que ocurre en Estados Unidos hace 20 años. Vino a Lima para presentar dos libros suyos y conversamos con él.

Mario Vargas Llosa dice que eres una de las voces más creativas de la literatura hispanoamericana, te pregunto ¿Cómo ha ido cambiando esa voz desde tus primeros cuentos hasta Norte, tu última novela?
Es difícil para un escritor hacer un análisis de su propia obra. Te puedo decir, a grandes rasgos, que yo comencé muy influido por Borges, Kafka, por Onetti; me gustaba mucho Cortázar también. Cuando empezaba a escribir cuentos me interesaba más que la psicología de los personajes, la trama y buscaba siempre esa vuelta de tuerca de los cuentos de Borges y Cortázar en el último párrafo. Luego entré a una tradición más realista, me interesaba más la realidad política, social -quizás allí muy influido por Vargas Llosa- y luego en novelas como Río Fugitivo, trataba de hacer algo con más reflexión al estilo de las novelas de Javier Marías. En estos últimos años, me ha interesado mucho trabajar, reflexionar o ambientar historias en ese continente tan inmenso que es los Estados Unidos, y ha vuelto el antiguo amor que tuve por la novela policial.

A propósito de eso, dices que te criaste leyendo novelas policiales ¿Qué has rescatado del género para esta nueva etapa?
Ahora que 30 años después he vuelto a la novela policial, me interesa no hacer novelas policiales clásicas. Me interesa sobre todo trabajar, analizar, patologías extremas: sicópatas, asesinos en serie. Me interesa más la mentalidad del criminal que la del policía.

¿Y qué fue lo que motivó o inspiró Norte, esta novela donde abordas el rechazo estadounidense a la inmigración latinoamericana?
Vivo en Estados Unidos desde hace 20 años y me impresionaban esas historias de latinoamericanos que terminaban como perdidos en ese inmenso país. Ellos, que habían dejado su país de origen, atraídos por el trabajo, estaban como desarraigados, como deambulando sin un ancla, sin una idea de comunidad. Entonces comencé a recolectar historias y empecé a ver que había algo que las conectaba con esta sensación de pérdida original, pero no solamente quería ver lo que ellos habían perdido al irse, sino también cómo ellos estaban cambiando a los Estados Unidos. Como que había un viaje de ida y vuelta, una cosa activa, y aparecen estos personajes que están unidos por el desarraigo por la violencia por la frontera.

¿Y qué de manera se refleja todo eso en la novela?
Quería escribir una novela con ambientes muy sórdidos, con mucha desesperación. Quería que Norte fuera una novela que llegara más visceralmente que racionalmente porque el tema de la inmigración hoy lo puedes debatir, pero quería más que debatir, que el lector sintiera este problema en la piel de sus personajes.

¿Y cómo fue el trabajo del lenguaje? Los protagonistas son inmigrantes mexicanos…
Para mí el lenguaje es casi todo en la novela. En Norte hay un registro coloquial mexicano y tenía que encontrar el tono adecuado para poder escribirla. Yo no soy mexicano y tampoco he vivido en la frontera, pero me puse a leer mucha literatura del norte de México, también viajé a Ciudad Juárez a El Paso, escuchaba entrevistas en la televisión. Hay un trabajo, todo es una cosa estilística. Yo no voy a poder a escribir como un mexicano y por eso el desafío es cómo encontrar un lenguaje que le suene al lector verosímil, que ayude a la creación de una atmósfera, a una composición del lugar.

En tu cuenta de Twitter (@edpazsoldan) contabas que estabas releyendo La Guerra del fin del Mundo, de Mario Vargas Llosa ¿Lo haces por algo especial?
El próximo semestre en la universidad voy a dictar un curso de Literatura Latinoamericana Apocalíptica, donde los libros fundamentales serán La guerra del fin del mundo y 2666 (Roberto Bolaño). A lo largo de los años he releído varias novelas de Vargas Llosa, excepto La Guerra del Fin del Mundo, con la cual estoy deslumbrado, es una novela impresionante, es para mí la quintaescencia de lo que se entiende por novela épica.

¿Lo apocalíptico tiene alguna conexión con lo que está pasando en el mundo ahora? Desastres naturales, terremotos…
Como leí en un artículo, desde hace 30 años nuestra sensibilidad es apocalíptica. Si pensamos en películas de los años 80 como Terminator, Rambo o Alien, hay en el cine popular un deseo de narrar la catástrofe, no sé si tenía que ver con la sensibilidad milenarista, siempre los fines de siglo traen cierto tipo de narración. A mí lo que me interesa no es el fin del mundo, sino la sociedad que nace a partir de ese cataclismo.

¿Qué disfrutas más leer o escribir?
Yo lo que más disfruto es reescribir, pero para eso viene la parte más pesada que es escribir (ríe), pero para escribir tienes que leer mucho. Ahora que estoy comenzando una novela de ciencia ficción, estoy empezando a leer novelas del género para ver de qué me puedo apropiar de esas novelas para apoderarme de una atmósfera o qué se yo.

La editorial Estruendomudo acaba de publicar tu libro de cuentos Amores Imperfectos (1998) ¿Cómo ves a la distancia estos cuentos?
Es un libro al que le tengo mucho cariño porque fueron los primeros cuentos que empezaron a circular fuera de Bolivia y de hecho el primer país al que llegó fue Perú y para mí simbólicamente es muy importante. Cada país tiene diferentes respuestas y siempre que vuelvo a Perú, los lectores me relacionan con Amores imperfectos, por eso me encanta ahora que Estruendomudo haya sacado esta nueva edición. Este es un libro de transición, dividido en dos partes. La primera, tiene que ver con mis primeros cuentos, con mis primeras influencias, sobre todo Borges y Cortázar, cuentos breves, cuentos más fantásticos, en los que importa mucho la trama, la sorpresa del final. Y la segunda parte, que apunta a otros tipos de cuentos que empezaba a escribir, donde más importancia tiene la psicología de los personajes. Lo veo así, es un libro que marca el final de una etapa y el inicio de otra.

¿Y ahora te has metido de lleno a la novela y no escribes más cuentos?
Yo me siento más cómodo escribiendo cuentos. Lo que pasa es que cuando terminé Amores imperfectos en 1998, sentía que me repetía y entonces me metí de lleno a la novela y estuve en ella diez años, pero en ese tiempo no dejé de escribir cuentos, pero tampoco quería publicarlos como una simple recopilación. Me interesa que haya una unidad de tema y de hecho estoy terminando un nuevo libro de cuentos… por fin en casi 15 años.

CINCO LIBROS RECOMENDADOS DE EDMUNDO PAZ SOLDÁN

1. Ficciones, de Jorge Luis Borges. “Para mí es fundamental. Siempre la tengo presente”.
2. Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa.
3. La Marcha Radetzky, de Joseph Roth. “Un libro monumental”.
4. Sartoris, de Wiliam Faulkner. “Me gustan muchas novelas de Faulkner, pero a esta le tengo un cariño especial fue la primera que leí”.
5. La construcción de la Muralla China, Franz Kafka.

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